Easter en Destin


Esta Semana Santa fuimos a conocer la costa de Florida que más cerca nos queda de casa. Habíamos estado cuando volvíamos de Disney World y nos quedamos con ganas de pasar aquí unos días.
Es una zona preciosa con arena fina, blanca y con un montón de actividades para hacer, sobre todo acuáticas.





 Harborwalk Village, en el centro de Destin, es una zona con un montón de restaurantes para comer y salir por la noche y donde está la mayoría de los barcos atracados.





 Destin, es un pueblo típico de veraneo y como tal lleno de turistas.




Pero a pesar de eso no da la sensación ya que toda la costa es una playa. Hay zonas de playa en la que no se puede entrar porque son privadas de los hoteles.

Una zona que no te puedes perder es Crab Island. Es una isla a la que sólo se accede en barco, creo que merece la pena alquilar un barco o ir en una excursión programada. Boat Magazine eligió Destin como uno de los top ten parta vivir y navegar.


En Crab Island ele mar no tiene mucha profundidad, se puede estar de pie, tomando algo en alguno de los bares que hay en el medio del mar, jugar al balón o simplemente estar de relax.

Hay actividades también para toda la familia.


Un water slide anclado en la arena hace que el día sea super entretenido para los niños que se pueden pasar el día disfrutando de los toboganes.


También hay una red de voleibol y te puedes unir al juego cuando quieras.

Puedes llevar tu propia comida pero creo que la experiencia de comer en restaurantes flotantes donde puedes comprar pizza o algo cocinado en barbacoa y de postre acercarte al barquito que vende helados hace de tu experiencia algo único.

Por el verano hay conciertos de grupos y DJ´s locales en el escenario flotante. Aunque suele estar llenísimo de gente sobre todo el 4 de Julio que la gente se acerca a Crab Island para ver los fuegos artificiales desde las lanchas.



Como podéis ver es bastante diferente a lo que estábamos acostumbrados en Nueva York! Pincha aquí.
Es un sitio muy curioso que sin duda no te dejará indiferente.

Besines.

HGTV

HOME TOWN

Ayer fue un día especial para Laurel, por fin después de dos años y medio, el sueño de una pareja del pueblo, Erin y Ben Napier, se ha hecho realidad.



 Erin tiene un blog en el que todos los días escribe lo mejor que le ha pasado, lleva un montón de años con él. Un buen día, le escribieron de HGTV ya que vieron en ella potencial para un nuevo programa de la cadena. El programa consistiría en reformar casas en su pueblo natal, Laurel, siendo ellos los protagonistas y reformando casas para nuevas familias que se instalasen en el Downtown.

Retransmitieron el año pasado el capítulo piloto y fue tal el éxito que HGTV les ha dado su propio programa, Home Town, para que hagan realidad el sueño de conseguir relanzar sus carreras en su precioso pueblo.


Ben y Erin, volvieron al pueblo después de estudiar en la Universidad y decidieron apostar por vivir aquí e intentar mejorar esta zona de Misisipí. Les encantan los pueblos pequeños y la rehabilitación de casas antiguas, así que es una perfecta combinación para que el programa sea un éxito.


Los conocimos el año pasado cuando estábamos buscando casa, ya que barajamos la opción de que nos reformasen una casa del pueblo y ser una de las familias del programa, pero conocimos a una familia con cuatro hijos que estaban vendiendo su casa, nos la enseñaron y nos pareció perfecta. Además no había que reformar nada, y podríamos entrar a vivir nada más mudarnos a Laurel.


Ayer por fin se emitió el primer capitulo del show. Fue un autentico éxito. El pueblo se volcó con el programa y todo el mundo se unió a la fiesta.


 Ben y Erin tienen una tienda de decoración en Laurel, Laurel Mercantile, en el jardín exterior organizaron una fiesta para la Premiere de su programa Home Town. Pensaron en todos los detalles y todo fue perfecto. Todo el pueblo pudo disfrutar junto a ellos. Son una pareja encantadora y  muy querida en el pueblo.


Montaron un escenario enorme, y pudimos ver el primer capítulo al aire libre proyectado en una de las paredes des su negocio. Una fiesta divertida con food trucks, puestos de helados, puestos de cerveza local y puestos de comida de los restaurantes de Laurel. Hubo un montón de gente diviertiendose y celebrando el éxito de sus amigos y vecinos. Enhorabuena por el futuro brillante que les espera. Sin duda se lo merecen.


Que suerte hemos tenido de haber elegido este pueblo para criar a nuestros hijos.

Besines.

                                #iliveinlauel

¿Pintamos un cuadro?


El fin de semana nos fuimos a Hattiesburg, habíamos oído de un sitio que parecía muy divertido.

Se trata del Painting with a twist, una franquicia americana distribuida por treinta y siete estados con trescientos veinte cinco localizaciones. En NYC nunca había oído hablar de ella, pero tienen una franquicia en Brooklyn. Es una actividad genial para toda la familia. Cuando tienes niños de un rango de edades amplio, es muy difícil buscar actividades que les gusten a todos. Unas son muy para mayores y otras muy para pequeños.


Dependiendo del día y el horario tienen actividades para familias, para grupos o parejas.

Todos pintamos el mismo motivo. A nosotros nos tocó pintar un cocodrilo bebe.

Cuando todos estamos preparados, la instructora empieza a explicar como lo vamos  a dibujar. Todos lo hacemos con los mismos colores.
La instructora lo hace super ameno y divertido aunque no tengas ni idea de pintar, sale más o menos bien.

El establecimiento es un BYOBbring your own bottle, como le gustan a los americanos las siglas, vamos que te puedes llevar tu botella de vino y tomártela allí mientras pintas el cuadro.



Es muy divertido para una salida de chicas o una cita en pareja. Las parejas pueden hacer cuadros dobles.


Se celebran muchas despedidas de soltero, eventos de empresas, quedadas de amigos, cumpleaños...


Pensaba que no íbamos a ser capaces de acabar ninguno más o menos decente, pero lo conseguimos con la ayuda de la instructora que va guiando en todo momento y explicándote paso a paso.



 Muy recomendable si lo tenéis cerca!

Besines.



The Lucky Rabbit


Esta tienda de antigüedades, parecida a un mercadillo, abre únicamente el primer fin de semana de cada mes, y todos los meses es una visita obligada. Siempre encuentro algún mueble o algún objeto para decorar la casa.


No está en Laurel, sino en un pueblo cercano, Hattiesburg, un poco más grande que nuestro pueblo pero muy parecido en cuanto a la estructura. Con un downtown que apenas hay gente y centros comerciales enormes a las afueras.


Se puede ver a todo el mundo caminando alrededor de la nave en busca de esa pieza única que encaje en cada casa, ese mueble vintage o algo hecho a mano de algún artista moderno de la zona.


Me encanta ver como apuestan por artistas y diseñadores vendiendo sus obras ¨Made in Mississippi¨.


 Puedes revolver tranquilamente, hay un poco de todo, es el lugar preferido para comprar cosas para la casa de mucha gente de la zona, hay auténticas colas para entrar.


Aquí hay predilección por las cosas vintage y decoración farmhouse es una auténtica pasión la que sienten por esa clase de decoración. Sin duda es un sitio único para encontrar cosas vintage y muebles clásicos y rústicos. También tienen camisetas con dibujos muy originales y algo de ropa de diseñadores de Misisipi.


Un lugar para encontrar auténticas creaciones e interesantes piezas antiguas.


Cada mes los propietarios renuevan gran mayoría de la mercancía y van variando a los artistas que pueden vender en la tienda, así que todos los meses es parada obligada porque siempre encuentro alguna cosa nueva.

En Nueva York, había un montón por la calle y no me perdía uno. Os dejo aquí alguno de NYC


Literalmente, paso horas paseando por los dos pisos, me encanta el ambiente que se respira, el personal es super amable y en ningún momento sientes esa presión de que ¨tienes¨ comprar algo.
¿Os pasa eso en alguna tienda ?


Besines.



Hace un año en Laurel


Hace un año por estas fechas, vinimos en un viaje relámpago a Laurel, en busca de una casa donde comenzar nuestra nueva vida. Veníamos súper nerviosos e ilusionados, sin duda iba a ser un cambio enorme y queríamos que fuese lo más tranquilo posible. Solamente faltaban tres meses para cambiar Nueva York por este pequeño pueblo del que no sabíamos absolutamente nada más que una corazonada que mi marido tuvo la primera vez vino a entrevistarse al hospital, de que iba a ser un buen lugar para nosotros y para que crecieran los niños.


 Faltaban solamente tres meses para mudarnos, así que nos vinimos todos en busca de casa y colegio.




Estuvimos mirando un montón de casas durante todo el fin de semana, una realtor del pueblo nos atendió fenomenal y nos enseño un montón, unas en el centro del pueblo,  otras nuevas en urbanizaciones de alrededor, otras para reformar, y otras a las afueras un poco mas rurales si cabe...


Estuvimos alojados en el Bed and Breakfast del pueblo. Un lugar auténtico americano. Los dueños son una pareja encantadora, que se desviven porque todo salga a la perfección y porque te encuentres como en tu casa. Se sentaban con nosotros mientras desayunábamos a contarnos viejas historias del pueblo, historias de sus antepasados, de como era ésto hace años, de cuando se construyó el ahora Bed and Breakfast...


Wisteria, así se llama, tiene una habitación con una cama enorme y una chimenea
preciosa. El baño que no podía ser menos, tiene una bañera antigua con patas doradas que le da un toque romántico y retro. Todo parece haber salido de una película clásica. La casa fue construida en 1901 por uno de los fundadores de Laurel.


La mujer nos preparó un desayuno espectacular típicamente americano, con bacon y salchichas de la carnicería del pueblo, pancakes recién hechas con fresas y frutas del bosque.


Una de las frases de los propietarios es ¨Los clientes llegan como extraños y se van como amigos¨
Tengo que decir que esta frase estatalmente cierta, de hecho cuando les vemos por el pueblo hablamos con ellos como si les conociéramos de toda la vida.



A ver si tenéis la oportunidad de venir a Laurel y alojaros en este precioso B and B.

Besines.

Mardi Gras


Este fin de semana fue Mardi Gras y por supuesto el colegio de los niños lo celebró a lo grande.


 El colegio esta divido en dos partes,  Elementary School y High School, están en una misma calle pero en edificios separados.


Fue una fiesta muy bonita en la que los chicos de High School salieron desde su edificio mientras los peques estaban sentados por las aceras de la calle y cantando, con bongos, tambores, trompetas, saltando y disfrazados, fueron tirando collares y pequeños juguetes para todos los niños del Elementary School.




El director del colegio llevaba en un coche a la reina de las fiestas.


Me pareció muy chulo ver como los mayores tratan con tanto cariño a los peques del cole. Me encanta ver como se cuidan.





Los padres también nos podemos unir a la fiesta e ir de voluntarios a ayudar o simplemente sentarnos con ellos y verlos disfrutar.


Hay algo en este colegio que nunca había visto antes, los Reading Buddies. Supongo que será algo normal en muchos colegios, pero nosotros en Nueva York nunca lo habíamos visto. Cada niño pequeño tiene un Reading Buddy de cursos más altos con el que lee, van juntos de excursión y se acaban queriendo un montón. Nico tiene uno de sexto grado que dice que es su mejor amigo, al que quiere muchísimo.


Una fiesta muy diferente al Carnaval de España, pero igual de divertida.

Besines.

                                          #iliveinlaurel



La pastelería de Laurel


Para celebrar como se merece fat Tuesday nos fuimos a merendar a la bakery del pueblo, Sweet Something Bakery.


Es una pastelería que me recuerda un montón a cualquiera de esas ideales de Nueva York, con muebles de madera oscuros y mármol blanco.


Fuera, en las ventanas, tiene toldos granates y letras doradas, con mesas de hierro forjado muy apetecibles para tomarte el café mientras ves pasear a la poca gente que camina por el pueblo.


Todo el mundo se mueve en coche a todas partes, da igual la distancia, van en coche. Creo que somos los únicos, o de los pocos que caminamos. A mí me encanta pasear por estas calles tan tranquilas y dejar a los niños correr sabiendo que no le va a pasar nada. Acostumbrados a Nueva York, donde había que tener cuidado con ellos en cualquier parte, no nos hacemos a la idea de poder caminar así.


La pastelería os encantaría, tiene las típicas cupcakes americanas y tartas de esas que no engordan. Siempre que queremos algo dulce nos vamos ahí a merendar o desayunar, a los niños les encanta, para ellos es como una fiesta, aunque llena todo tanto que ese día no comen nada más.


Es prácticamente nueva, abrió en Junio del año pasado, unos días antes de llegar nosotros al pueblo.
Aquí podéis verla el día de la inauguración. Todo el pueblo se unió a la celebración. Es otra de las cosas que me encanta de Laurel, aunque no creo que sea único de este pueblo, creo que es en general la mentalidad americana de ayudar a la comunidad y alegrarse por los logros de los demás.


 Y por fin, hemos puesto la matrícula de Laurel en el Jeep.


Besines.